98 - MANUEL JANEIRO - Pepito, el habitador de los tejados

Sinopsis: Obra de tono nostálgico y gran lirismo, en la que el autor combina con maestría la realidad y la imaginación. En ella se recrean con gran sensibilidad las vivencias de un niño al que le toca vivir la posguerra desde la soledad de los tejados de Madrid. La distancia que le separa del suelo le permite tomar contacto con otras realidades que le harán compañía en su peregrinar por las alturas, de camino a una madurez impuesta por las circunstancias.

El final metafórico despierta dudas y emociones contradictorias. Las ilustraciones retratan con textura el ambiente de la época y resaltan la calidad de la historia.

Opinión: Una novela-cuento para adultos un tanto tristona. Vivir en un tejado no es lo más aconsejable para un niño que se queda sin padre, por eso arruga un poco el espíritu.

Al ser tan corta se lee en una tarde, una espera del médico o un viaje en autobús, lo que la hace muy recomendable. Eso sí, es mejor que no estés de bajón al leerla.

Un saludo a las cigüeñas, y a Pepito también.

97 - LINDSEY DAVIS - Las saturnales

Sinopsis: Esta vez Lindsey Davis nos sitúa en una de las fiestas más curiosas de la Roma Antigua, las Saturnales, donde durantes siete días con sus agitadas noches parece que todo está permitido. 

Nuestro entrañable Falco se enfrenta nuevamente con su eterno enemigo Anácrites, en esta ocasión, para resolver una misteriosa decapitación que puede menoscabar la credibilidad del Imperio ante sus aliados políticos. Tras haber capturado a un famoso enemigo de Roma, un orgulloso general contrae una extraña enfermedad, y su presa escapa sin dejar más rastro que un cadáver. Pero como siempre, Falco además de su labor de investigación tendrá que lidiar con sus ya habituales problemas domésticos que amezan con desmadrarse. 

Las Saturnales no es el mejor momento para al tener en casa a diez legionarios. Falco no lo tiene nada fácil...

Opinión: En esta novela aparecen personajes de otra anterior, pero no hace falta haberla leído, como suele suceder con toda la serie de Marco Didio Falco repetirá su situación personal y laboral, por lo que todo queda claro sin necesidad de lecturas de otros capítulos de la serie.

Voy notando que Davis ya no es tan crítica con el mundo romano, ya no hace chanzas sobre la situación de Falco y no hay pasajes divertidos que te hacen reír o al menos sonreír. Es una lástima desde luego.

Como el resto de la serie es entretenida, una novela para pasar el rato.