Sinopsis: Hay libros cuya lectura no debería terminar nunca para evitar cierta sensación de desamparo, como hay libros que nunca deberían dejar de estar disponibles para aquellos lectores que quieran acercarse a ellos. Por eso existe esta edición de los CUENTOS de CARLOS CASTÁN, que recupera y reúne tres libros de cuentos que –si no lo son ya– están llamados a ser clásicos de la literatura contemporánea.
Frío de vivir, Museo de la Soledad y Solo de lo perdido (junto a su relato más extenso, Polvo en el neón) han sido, a lo largo de más de veinte años, el ejemplo rotundo de una estética personalísima. No solo en la preocupación formal y estilística, donde CASTÁN ha brillado de manera evidente, sino en lo temático y en su forma de mirar: una vida dedicada a narrar la soledad, la fragilidad de lo que nos rodea, las heridas del amor, y la lucha incansable contra la memoria, los fantasmas y las culpas. Y la esperanza.
Un volumen, por tanto, especial desde su propio prólogo –deslumbrante y aclaratorio–, que permite ver la evolución del escritor en su escritura y en su vida. Y que logra el objetivo principal: que sus historias, sus cuentos, no se dejen de leer nunca. Que no se terminen jamás.
Opinión: Un gran escritor español, muy descriptivo y muy emocional.
Algunos de sus cuentos son un canto a la realidad cruda de emociones muy depresivas, como la soledad, que te bajan un poco las expectativas si no estás en tus momentos más estables.
Creíble, que es más de lo que puedo decir de otros autores.
Me alegra decir que al ser cuentos las historias son cortas, sin abultamientos innecesarios de páginas o párrafos, y que al ser breves se asimilan de forma más superficial, lo que los hace menos opresivos para el que los lee, aunque eso no implica que su temática no sea profunda y sustancial.
Me ha gustado mucho como escritor. Merece la pena leerlo y sacar nuestras propias conclusiones.