Sinopsis: En Siglufjördur, un pequeño pueblo pesquero en el norte de Islandia, sólo accesible mediante un túnel, todos se conocen y nunca ocurre nada.
Ari Thór, quien acaba de terminar la escuela de policía en Reykiavik, es enviado allí para su primer caso. Este sitio ideal en el que «nunca pasa nada», es hallado un cuerpo sin vida con indicios de haber sido asesinado durante sus primeros días en su puesto.
Empieza así una investigación que cambiará para siempre la vida del joven Ari.
Opinión: Una novela muy al estilo escandinavo, pero con falta de ritmo evidente.
La trama de thriller es bastante descafeinada, la investigación desconexa y como a impulsos, y he tenido la sensación de que sólo había nieve, nieve blanca, nieve brillante, nieve en avalancha, nieve, nieve y más nieve.
El final se queda desmadejado sin cerrar los caminos abiertos en el resto del libro.
Me ha costado mucho acabarlo, porque no incita a devorarlo como otros. Me ha parecido un poco aburrido a pesar de que las críticas lo ponen por las nubes.
Si este es el primer libro de una trilogía... no creo que vaya a seguirla hasta que no acabe los otros 300 libros que tengo en mi maleta literaria.
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