Pero su retiro durará muy poco: contra su voluntad, dos jinetes extraños lo empujarán a la acción, y Yeruldelgger se verá envuelto así en un fuego cruzado entre mercenarios pagados por voraces compañías mineras, políticos inmorales, policías corruptos y jóvenes seguidores del juramento de Gengis Kan. Una maraña sangrienta en una Mongolia destripada por las excavadoras de las multinacionales, expoliada por las ansias de los especuladores y arruinada por la venalidad de sus dirigentes, y de la que Yeruldelgger, siempre fiel a sus ideales, no saldrá indemne.
Tras el éxito de las dos primeras entregas, con más de medio millón de lectores adictos a las hazañas del famoso comisario de Mongolia, Yeruldelgger.La muerte nómada pone un final dramático a una de las series más originales de los últimos tiempos y supone el adiós de uno de los personajes más inolvidables de la novela negra.
Opinión: Impresiona el final de esta trilogía.
Un final digno, que aún así deja una puertecita abierta. Espero que no se abra.
El amor nómada, la muerte nómada, una cultura nómada... resulta atrayente por lo diferencial con la europea al uso.
Pone en cuestión todos los tejemanejes que hay en la economía, y que afectan a los políticos, las empresas, los de a pie y los de a cochazo. Desde Australia a Manhattan, desde Canadá a Paris, una trama complicada, pero simple. Todos con un mismo fin.
Una corrupción generalizada, una forma de trabajar y vivir que pone los pelos de punta, pero que no por ello deje de ser más que real.
Acabas con el mal sabor de boca que te deja la desolación, la falta de humanidad, la adoración al dinero... te baja la moral y la esperanza en el ser humano, aunque deja una pelusa de esperanza guardada en el fondo.
Me ha gustado, aunque la parte thriller, como en la anterior, se pierde un poco.
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