Sinopsis: Pocos días antes de morir, Nel Abbott estuvo llamando a su hermana, pero Jules no cogió el teléfono, ignoró sus súplicas de ayuda. Ahora Nel está muerta. Dicen que saltó al río. Y Jules se ve arrastrada al pequeño pueblo de los veranos de su infancia, un lugar del que creía haber escapado, para cuidar de la adolescente que su hermana deja atrás. Pero Jules tiene miedo. Mucho miedo. Miedo al agua, miedo de sus recuerdos enterrados largo tiempo atrás, y miedo, sobre todo, de su certeza de que Nel nunca habría saltado?
Opinión: No me ha gustado tanto como la anterior, La chica del tren, pero es tan neblinosa con ella.
Los suicidios, las muertes... todo se relaciona con el río que pasa por ese pueblo. Las leyendas antiguas de la Poza de las Ahogadas... En fin, he salido con muchas ganas de quitarme el agua de encima.
Parece algo fuera de lo normal, intimista, pero no deja de ser lo de siempre, un asesinato disfrazado de suicidio.
Un poco lento en su desarrollo para mi gusto. No me ha llenado mucho. Prescindible.
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