La joven primera inspectora gitana de la Policía Nacional, Adela Palazuelo, vive y trabaja en Pan Bendito, ha logrado salir del barrio, pero el barrio no ha salido de ella. Su madre y su hermana Ana, que se ha hecho novia de un camello, le preocupan mucho. Su tío Cosme, un pastor filadelfia le pedirá ayuda cuando desaparece una de sus feligresas , una chica estudiosa que canta en el coro de le iglesia.
Mientras Adela y Cosme buscan a la chica desaparecida, el comisario Peral le encarga un nuevo caso a Adela, el más importante de su carrera. En una mansión en el Pueblo de Alpedrete que había pertenecido a los Franco se ha encontrado el cuerpo sin vida del hijo del dueño de la empresa textil más importante de España.
Adela tendrá que resolver los dos casos, pero su compañero Alfredo Cañete, un racista y machista policía de la vieja escuela no se lo pondrá nada fácil
¿Logrará Adela y su tío resolver el caso antes de que la adolescente aparezca muerta?
Hay novelas imposibles de dejar una vez que has comenzado, historias que llevan el suspense a su estado máximo y hacen dudar al lector cada vez que termina un capítulo. En este thriller absolutamente original y adictivo, Mario Escobar rompe los límites de la intriga psicológica con un relato que explora las frágiles fronteras entre la verdad y la mentira.
Opinión: Un historia doble, de rápida lectura pues es muy corta. Una historia sin aditivos, al grano.
Me ha impresionado que este autor tenga libros de historia, de suspense, policíacos, biografías, ensayos... En fin, que ha tocado todos los palos.
Me la he leído en un sólo día, pero me ha resultado fresca, rápida, sin descripciones pesadas y lentas.
Me ha recordado mucho a las novelitas del oeste de Marcial Lafuente Estefanía que leían muchas madres de mis amigos y amigas. De principio, encuadre y resolución en tiempo record.
Iremos a por la segunda de esta inspectora tan resolutiva enseguida, merece la pena.
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