Una noche, Blomkvist recibe la llamada del profesor Frans Balder, un eminente investigador especializado en Inteligencia Artificial quien afirma tener en su poder información vital para el servicio de inteligencia norteamericano. Su as en la manga es una joven rebelde, un bicho raro que se parece mucho a alguien a quien Blomkvist conoce demasiado bien.
Mikael siente que esa puede ser la exclusiva que él y Millennium tanto necesitan, pero Lisbeth Salander, como siempre, tiene sus propios planes.
Opinión: Echo en falta que Salander sea más protagonista. En esta novela se queda como muy desfigurada, muy en el rincón.
El estilo es muy parecido al del escritor original, pero la trama es mucho menos personal, más integrada en los problemas reales que en la vida de una persona.
Esta bien descubrir los tejemanejes del poder de los servicios de seguridad de muchos países, pero a veces se hace un poco tedioso, sobre todo si no esperas que el texto se desenvuelva sobre ellos.
Me ha dejado un gusto agridulce, no sé si seguiré leyendo las siguientes.
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